La Iglesia es una institución con una gran pluralidad de opiniones, y en la que se puede hablar con mucha libertad. De todos modos, en cuanto depositaria y garante de una Revelación Divina, predica el cristianismo como cree que es, como lo ha recibido de Jesucristo, no como le gustaría que fuera a un grupo, de una época o de otra; no se puede estar acomodando a las modas.
Se trata de un tema complejo, pues las cruzadas abarcan cerca de doscientos años, y al estudiar su desarrollo a lo largo de la historia debe hacerse un juicio de conjunto. Es un tema sobre el cual se han hecho muchas generalizaciones, algunas de ellas engañosas.
Los inicios del cristianismo tuvieron muchas dificultades: una fuerte persecución por parte del judaísmo, de quienes no aceptaron a Jesucristo como Mesías. Sin embargo, en menos de veinte años desde la muerte de Jesucristo, el cristianismo había arraigado y contaba con comunidades en ciudades muy importantes de Grecia, de Asia Menor y en la misma capital del imperio, Roma.
Las primeras y más contundentes condenas del nazismo en aquellos años provinieron precisamente de la jerarquía católica. Si no fueron más contundentes aún fue por la prudencia que era necesaria con Hitler: no era fácil denunciar sus abusos sin poner en peligro la vida de millones de personas, por su casi nula disposición al diálogo. Más bien, era dado a las represalias. Era un hecho que cuando arreciaban las denuncias de la Iglesia —que nunca faltaron—, las represalias nazis eran mucho mayores. Entonces, había que saber manejar un equilibrio entre las denuncias y la prudencia para evitar las represalias.
Durante muchos siglos, los campos propios de la política y la religión no estuvieron debidamente delimitados. Además, las autoridades civiles veían las disidencias religiosas como origen de guerras y desórdenes sociales, pues las posturas heréticas buscaban habitualmente la conquista del poder. Así sucedió, por ejemplo, con el luteranismo, cuyo rápido avance se debió en buena parte a que Lutero logró el apoyo de algunos príncipes alemanes, con fines más políticos que religiosos.
La Inquisición, como lo hemos dicho, es algo ciertamente controvertido. Sin embargo, conviene conocer mejor la realidad de su historia y las circunstancias que determinaron su existencia. Porque esa polémica se nutre hoy en buena parte de ignorancia histórica, desconocimiento de las mentalidades de épocas pasadas, descontextualización de los hechos y de falta de estudio comparativo entre la justicia civil y la de la inquisición. Y, por eso, se ha magnificado una injusta leyenda negra en torno a la Inquisición.
Pedir perdón siempre es algo bueno. Es siempre un acto de nobleza, de valentía y de humildad: es un acto humano.
La Iglesia ha ido levantando templos, hospitales, dispensarios, orfanatos, seminarios, escuelas y otros edificios: los que en cada momento se consideraron adecuados para mejor cumplir su misión. Todo eso se ha levantado con la aportación voluntaria y generosa de los creyentes, movidos por el amor a Dios. Los templos y las basílicas, por ejemplo, la mayoría de ellas de muy buena factura, se han construido para destacar las obras de Dios y para darle culto a Él; se han hecho, en lo posible, con buenos materiales, para que duren mucho y no haya que estarlos cambiando o restaurando y porque son para Dios, y con una disposición tal que ayude a la piedad.
¿Qué instituciones han hecho a lo largo de la historia un servicio social como el que ha hecho la Iglesia católica? La Iglesia ha demostrado una preocupación efectiva, a través de sus instituciones, en el campo de la educación, del cuidado de enfermos, deficientes, marginados, necesitados, etc. Si somos objetivos tenemos que reconocer que es realmente difícil de igualar.
Por el Padre Omar Benitez Lozano
Por el Padre Omar Benitez Lozano
Autenticidad, veracidad e integridad. Que sea auténtico, quiere decir que el libro fue escrito en la época y por el autor que al que se atribuye; que sea verás significa que el autor del libro conoció esos sucesos y no quiere engañar a sus lectores; y, que sea íntegro quiere decir que ha llegado hasta nosotros sin alteraciones sustanciales.
Por el Padre Omar Benitez Lozano
¿Cómo saber que la Iglesia católica no es de origen humano?
Por el Padre Omar Benitez Lozano
Por el Padre Omar Benitez Lozano
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Por el Padre Omar Benitez Lozano
Por el Padre Omar Benitez Lozano
Por el Padre Omar Benitez Lozano
Por el Padre Omar Benitez Lozano
Por el Padre Omar Benitez Lozano
Por el Padre Omar Benitez Lozano
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